Columna / Publicado el
Avances y desafíos en medición pobreza y sus intervenciones

Avances y desafíos en medición pobreza y sus intervenciones

Por Macarena Currín

En agosto recién pasado el Ministerio de Desarrollo Social publicó el  Informe de Resultados Regionales Sobre la Medición de Pobreza Multidimensional del 2009 al 2013.

Como complemento a la medida de pobreza por ingresos, la medida de pobreza multidimensional utilizada  en Chile incorporó cuatro dimensiones: educación,  salud, vivienda y trabajo y seguridad social. Además,  dentro de cada uno de estos indicadores se establecieron umbrales para identificar la situación de vulnerabilidad en la cual se encontraban los hogares, por ejemplo, en vivienda se consideró: hacinamiento, estado de vivienda y servicios básicos.

La incorporación de esta nueva metodología de medición multidimensional de pobreza, constituye un importante avance para comprender de manera más profunda las transformaciones experimentadas por los hogares chilenos en cuanto a su calidad de vida. Por ejemplo, en 10 de las 15 regiones de Chile, el porcentaje de hogares en situación de pobreza multidimensional supera la condición  de  pobreza por ingresos.

Asimismo, resaltan las comparaciones entre la pobreza por ingresos y multidimensional en algunas regiones, donde esta última supera ampliamente a la primera. Por ejemplo, en Atacama la pobreza por ingresos basada en la encuesta CASEN del 2013 es de 6,1%, mientras que la multidimensional de un 20,3%. Esto da cuenta de la urgente necesidad de replantear las soluciones sociales para superar multicausalidad de la vulnerabilidad. El Estado, organizaciones sociales, empresas y la sociedad civil deben incluir un accionar integrado y coordinado,  de acuerdo a los diversos contextos del país, para entregar soluciones pertinentes a cada individuo y a cada familia.

La experiencia de Fundación Rodelillo trabajando casi treinta años con familias vulnerables, nos ha mostrado que la vulnerabilidad necesita abordarse desde múltiples perspectivas, siendo el nivel de ingreso de los hogares un indicador más entre otros muchos para entender verdaderamente la situación de vulnerabilidad de los hogares.

En este sentido,  incluir estas cuatro nuevas dimensiones desde la perspectiva del enfoque multidimensional de pobreza es un importante avance, sin embargo, para Rodelillo aún queda un gran desafío pendiente y que es el  incorporar en la medición de la vulnerabilidad las relaciones humanas y la capacidad emprendedora dentro del hogar. Desde nuestra experiencia, estas dimensiones han  transformado la realidad de miles de familias que en igualdad de condiciones de vulnerabilidad, logran dialogar, repartir tareas y enfocarse en sus sueños y metas familiares.

Para  Fundación Rodelillo la definición de pobreza va más allá de lo socioeconómico. Abarca la ausencia de una familia protagonista, que integralmente nutra todos los procesos de crecimiento de sus integrantes. Esto se expresa en la vivencia histórica de las familias de no ser, no valer, no tener, no poder acceder y no pertenecer.  Y en este contexto la calidad de las relaciones familiares, redes de apoyo, acompañamiento de los padres en los procesos educativos de sus hijos, el entorno en que habitan las familias y tiempo para el esparcimiento, entre otras cosas, juegan un papel fundamental en la calidad de vida de las personas y en la definición de su situación de vulnerabilidad.

Asimismo, el levantamiento de necesidades y la co-construcción de iniciativas junto a  las familias vulnerables es un desafío pendiente a nivel general en las intervenciones sociales. Pues  de acuerdo a la experiencia de Rodelillo hemos comprendido que la superación de la pobreza requiere respuestas integrales, de alta calidad, que busquen empoderar a quienes viven la vulnerabilidad social, para salir a delante con sus múltiples recursos internos y la malla de oportunidades locales que le ofrecen las politicas públicas del país y la sociedad civil.